Esta fotografía de Eloy Taboada
en la que los rayos dorados del sol se reflejan sobre las milenarias aguas del
río Éufrates, a su paso por suelo sirio, simboliza muy bien el espíritu con el
que nace el presente blog: “la luz que llega de Oriente”. Tradicionalmente, se
nos ha hecho ver que Occidente era heredero de las antiguas civilizaciones
clásicas, esto es, Grecia y Roma. Esta premisa, que nace en los siglos del
Renacimiento, está basada en una concepción eurocéntrica de la historia. Sin
embargo, más de 170 años de investigaciones arqueológicas en el antiguo Oriente
han dejado sin fundamento científico esta idea preconcebida, que incomprensiblemente
aún sigue arraigada en nuestra sociedad, ya sea por ignorancia o prejuicio. La
ciudad, la realeza, la escritura o el derecho, por citar algunos ejemplos,
nacieron en la llanura regada por las aguas del Tigris y del Éufrates, una
vasta región aluvial que los geógrafos griegos llamaron Mesopotamia (“País
entre ríos”). El antiguo país mesopotámico, que hoy se corresponde con Iraq y
parte de Siria, fue la cuna que vio nacer a la primera civilización urbana hace
ahora más de cinco mil años.
Con el objetivo de difundir este
patrimonio cultural poco valorado en nuestra sociedad actual, debido en gran
medida a su desconocimiento, nace “Ex Oriente Lux”. Aprovechando las
herramientas que pone a nuestro servicio la actual Era Digital, pretendemos
situar a Mesopotamia en el lugar que le corresponde dentro de nuestra Historia
Universal. Un legado cultural, además, amenazado por los actuales conflictos
armados que asolan Siria e Iraq.
Al comienzo de cada semana “Ex
Oriente Lux” pondrá a disposición de sus seguidores una nueva entrada con la
que dar a conocer los entresijos de la historia de Mesopotamia (novedades,
curiosidades, recomendaciones de libros…). La primera entrada la dedicaremos a
los célebres jardines colgantes de Babilonia, catalogados como una de las siete
maravillas del mundo antiguo: ¿Mito o realidad?
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